Un ejemplo de articulación entre el sector público y el privado
Horacio Fernández, Director de Total Austral, se refirió a un caso de articulación público-privada con la municipalidad de Neuquén y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Esta es su ponencia:
En el grupo Total Austral la Responsabilidad Social es parte de un concepto más amplio que llamamos “desarrollo sostenible”. Las empresas de energía como Total son organizaciones que necesitan planificar en el largo plazo. Entonces el tema de la sostenibilidad es una necesidad estructural para desarrollarse en el mediano-largo plazo. El grupo opera en 140 países y por lo tanto tiene una experiencia muy rica sobre la forma de relacionarse con las comunidades.
El concepto de desarrollo sostenible incluye también los temas de higiene, seguridad y medioambiente.
En el tema ambiental, aparte de preocuparnos por los lugares donde operamos tenemos una conciencia global en el sentido que monitoreamos minuciosamente nuestras emisiones de gases con efecto invernadero, y tratamos también de reducir el fenómeno del calentamiento global en todas las operaciones, por ejemplo con técnicas de captura del dióxido de carbono producido por la combustión de los gases. Estamos haciendo un experimento para inyectar este gas en reservorios geológicos de profundidad. O sea que el tema del medio ambiente también lo tomamos desde una posición global y no solamente puntual de los centros operacionales.
Otra parte interesante del desarrollo sostenible que nosotros estudiamos es el del futuro energético. Básicamente frente a una crisis energética se puede trabajar en dos áreas: una es optimizar las reservas existentes, o sea darle la mejor y más eficiente utilización a esas reservas, ahorrando energía en todo lo posible, y la otra es explorar tecnologías alternativas como ser la energía solar, eólica etc. O sea que se va a ir reduciendo progresivamente la dependencia de los hidrocarburos y se va a ir pasando a otros tipos de energía; esa es otra parte importante del desarrollo sostenible.
Finalmente llegamos a la Responsabilidad Social Empresaria, que involucra aspectos internos de la empresa, como ser la ética empresaria, códigos de conducta, políticas de reclutamiento y no discriminación. Implica además aspectos externos a la empresa, o sea la vinculación con las comunidades, y que nosotros llamamos desarrollo local. En la Argentina trabajamos con las comunidades en donde realizamos nuestras operaciones, básicamente en Neuquén y en Tierra del Fuego.
Tenemos un ejemplo muy interesante de articulación público-privada con la municipalidad de Neuquén y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Es un proyecto en el que seleccionamos trece familias debajo de la línea de pobreza, que viven en la colonia “Nueva esperanza”. Es un asentamiento en una zona muy inhóspita. Estas familias estaban ocupando terrenos en el centro de la ciudad y las trasladaron con promesas de urbanización de esa zona. Lamentablemente la urbanización no llegó con toda la velocidad que se esperaba.
Hace un año y medio el Ministerio de Desarrollo Social convocó a doce empresas para que lo ayudemos en proyectos comunitarios que ellos tenían identificados en todo el país. Nosotros tomamos justamente el de esa ciudad de Neuquén por la vecindad con nuestras operaciones. Hicimos un diagnóstico con un equipo de consultores, especialistas en desarrollo social y micro emprendimientos. Luego tomamos contacto con la Fundación Hueche, fundada por el obispo De Nevares, que tenía una filial en la misma colonia “Nueva Esperanza”. La Municipalidad de Neuquén también nos brindó su apoyo para el proyecto. Lo que hicimos fue intentar de sacar de la línea de pobreza a trece familias de productores de cerdos que carecían de todo asesoramiento técnico y alimentaban sus cerdos en el basural de Neuquén que se encuentra a pocos metros de la colonia. Tratamos de provocar en ese grupo de gente un cambio mental, para que empezaran a producir para el mercado, con todas las reglas del arte en materia sanitaria y transformaran sus economías de subsistencia en pequeñas empresas que venden al mercado.
La idea fue contratar equipos técnicos que los instruya desde lo veterinario al marketing. También nosotros aprendimos en este proceso. La enseñanza más importante con la que nos quedamos es la manera de articularse con entes del gobierno y con otras organizaciones de la sociedad civil. Realmente el tema es complejo pero enriquece mucho y pone en la misma sintonía todos los actores del grupo.
La segunda enseñanza es descubrir que el mayor valor agregado que nosotros pudimos dar como empresa es capacidad de gestión, capacidad de organizar a este grupo de gente en tareas productivas, concebirlos como un equipo y ponerlos a trabajar como si fuera una unidad productiva de una empresa. El dinero que invertimos no fue mucho, y se volcó más a contratar técnicos que a dar ayuda económica. En realidad no dimos ninguna ayuda económica a esta gente.
La ayuda económica vino después cuando se probó que el proyecto funcionaba. El Ministerio de Desarrollo Social hizo un aporte en dinero importante para construir los chiqueros nuevos.
Finalmente tuvimos la satisfacción de ver cómo puede la gente salir de la pobreza con su propio esfuerzo. Esta gente ha recuperado su autoestima y dignidad al ver que salieron con sus propios medios de la marginación social y se han convertido en productores insertados en el mercado de su ciudad.