Gonzalo Ana Dobratinich "El derecho según Borges"
Cruciales interrogantes y acertadas respuestas se encuentran en el libro de Gonzalo Ana Dobratinich, "El derecho según Borges", de Editorial Astrea - Fundación Internacional Jorge Luis Borges, con prólogos de María Kodama y José Calvo González.
El trabajo parte de la tesis que fue realizada y aprobada en el marco de la Maestría en Filosofía del Derecho (Facultad de Derecho - Universidad de Buenos Aires). La calificación del jurado fue: sobresaliente con recomendación de publicación.
Recibió el Premio Calvez a la Responsabilidad Ciudadana, otorgado por el Foro Ecuménico Social, en la categoría Estudioso Joven.
En su prólogo Kodama destacó que Borges luchó siempre por lo que él creía que era ético y que esto se manifiesta ampliamente en su obra y lo expresa al final en su obra “Los conjurados”, donde expone el porqué de su amor por Ginebra: allí hombres de diversas estirpes, que profesan diversas religiones y que hablan en diversos idiomas, han tomado la extraña resolución de ser razonables. Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades.
El joven autor por su parte advierte que la humanidad ha creado sus monstruosos miedos y, lo que es más interesante, ella misma se asusta de su proximidad y cercanía que se le instala y a su vez la interpela. Argumenta desconocer esos monstruos, mientras que éstos le demandan, en todo espacio y tiempo, el reconocimiento de su paternidad. Y cita, para finalizar, "Los conjurados" de Borges: “Son un cirujano, un pastor o un procurador, pero también son Paracelso y Amiel y Jung y Paul Klee. / En el centro de Europa, en las tierras altas de Europa, crece una torre de razón y de firme fe”.
El libro tiene muchas referencias del escritor argentino en torno a la idea de justicia y los espacios que la circundan. Leyes, castigos, venganzas, juicios, procesos, cárceles, jurados y sentencias son algunos de los tópicos jurídicos que Ana Dobratinich observa y que emergen en sus textos. Ofrece una investigación única y original en su tipo, ya que realiza un análisis filosófico del universo jurídico a través de todos los cuentos y poemas del autor de “El aleph”. Invita a ingresar a un diversidad textual inédita, signada por los grandes interrogantes filosóficos, los temas nodales del derecho y el fascinante espacio de la literatura.
Entre otros temas se describe cómo Borges analiza el relato de la cultura y deja entrever cómo los sujetos participan en él. Comprender bien las pugnas supone dejar espacio a la idea de la multiculturalidad. Desde la palabra literaria, se ponen en escena estos cruces que suscita el encuentro de culturas diferentes. Surge un choque de significados y maneras de representación: La constitución de una identidad supone un juego con otras identidades. En ese juego todas ellas se resignifican. Ninguna está garantizada en lo que es o no es permanente ni invariable.
Las tensiones en materia cultural están también expresadas en clave jurídica, como políticas sociales, inmigratorias, educación, trabajo, salud, género. En toda decisión en torno a la construcción normativa del derecho priman determinados valores, principios, modelos de organización y estructura de las relaciones. Todos estos espacios implican directa o indirectamente la constitución de identidades, que al mismo tiempo implica la contraposición con otras. Lo que “es” opuesto a lo que “no es”. La identidad se forma desde binomios jerarquizados y diferenciados. La dualidad es necesaria para la supremacía de determinados postulados.
Y el discurso jurídico se sitúa como legitimador de esas construcciones. Nos sitúa como “personas” frente a “otras personas”. El derecho instituye sujeto y define identidades. Narra lo que se debe y lo que no se debe hacer. Otorga, promete, reconoce, niega y permite. Marca el límite entre lo “propio” y lo “distinto”. La multiculturalidad no solo se explica por movimientos migratorios o históricas minorías nacionales; también emerge de la exclusión social. Los bordes que el derecho no comprehende y deja en las orillas, lo “otro”, lo “ajeno”, lo “distinto”. ¿Acaso la identificación de las identidades no es una demarcación política con pretensiones hegemónicas? ¿Cuáles son los parámetros que permiten constituir y establecer “lo nuestro” y “lo ajeno”?
Interrogantes que se siguen planteando hoy en día y sobre los cuales Gonzalo Ana Dobratinich da una valiosa contribución.
Fernando Flores Maio
Sociólogo, periodista, escritor, director del Foro Ecuménico Social.