Expirado
Religiones

Esperanzadoras reflexiones del Pastor Federico Schäfer.

El lema para el año que ya en pocos días llegará a su fin, tomado de 1º Corintios 16, 14 rezaba: “Qué todo lo que hagan surja del amor”. Posiblemente en nuestra vida personal, familiar, laboral, comunitaria, muchas cosas no se desarrollaron como nosotros, cristianos, lo hubiésemos deseado.

Muchas equivocaciones podríamos confesar. Ni hablar del campo de la política y de las relaciones entre pueblos y países. Ucrania, cercano Oriente, Sudan, son solo unos pocos lugares de nuestro planeta en los que se registran enormes déficits de amor. Una vez más debemos reconocer que los humanos, aun con la mejor voluntad, no logramos convivir en mutuo amor. No ahora, no en el pasado... ¡Y en el futuro! Quién lo sabrá; la incertidumbre nos abruma.

Damos gracias a Dios, que a pesar de todo, todavía podemos desarrollar un poco de esperanza, para poder ir al encuentro del futuro incierto con un mínimo de confianza. Por suerte no estamos solos en este planeta perdido en el universo. Tenemos un Padre, una Madre a quien no le somos indiferentes, y que se ocupa de nosotros. Sí, y este Dios se ha despojado de su divinidad y vino a visitarnos, se hizo uno de nosotros para revelarnos concretamente su amor, abriéndonos la posibilidad de recomponer nuestros déficits de amor. Eso sí, debemos estar dispuestos a recibir semejante regalo.

 

La fiesta de Navidad nos quiere recordar, que Dios está ahí, que continúa amándonos y nos desafía a que con su fuerza y ayuda, todo lo que hagamos u omitamos, ya sea con nuestros semejantes, ya sea con todo nuestro entorno, se realice a base del amor, de manera que la vida en este mundo no sea una plaga, sino sea para gloria de Dios y bienaventuranza de los humanos.

Pastor Federico Schäfer

Iglesia Evangélica del Río de la Plata, miembro del Foro Ecuménico Social.

 Ilustración: Obra de Giovanni Tommasi Ferroni. Divina Comedia. Paraíso. Canto 14.