Responsabilidad Social en el Cuarto Sector
Gustavo Grobocopatel, vicepresidente del Grupo Los Grobo, se refirió a los actores sociales concientes de la posibilidad de construir espacios de cooperación, que aprovechan las acciones que se articulan en armonía, para acelerar los procesos o consolidarlos. Esta fue su ponencia.
Nos sentimos parte de un Cuarto Sector en gestación, superador del tradicional modelo dicotómico, generado en la percepción de tensiones irreconciliables entre las acciones del sector público, del sector privado y las acciones de la Organizaciones de la sociedad civil y ONGs, operando en un plano intermedio.
Entendemos que esta forma de pensar la realidad en compartimentos estancos y caracterizados por tensiones de intereses sectoriales, acota las posibilidades de desarrollarnos sostenidamente como sociedad.
Como empresa, trabajamos sobre un paradigma que se asienta en la existencia de visiones compartidas que disparan procesos colectivos permitiendo repensar la realidad asumiendo la diversidad de intereses para la generación de espacios y procesos tangibles de construcción colectiva como motor de cambio. Este cuarto sector se compone de actores sociales concientes de la existencia y posibilidad de construir espacios de cooperación y con capacidad de aprovechar aquellos donde las acciones se articulan en armonía, para acelerar los procesos o consolidarlos. Esta forma de trabajar nos permite interactuar positivamente para la construcción de una red de Capital Social.
Este principio no supone jerarquía ni anarquía sino un orden horizontal, integrador y multiplicador de participantes. Además es un orden flexible y adaptable a los cambios. Es la manera en que las acciones de los diferentes actores sociales se organizan y articulan para generar beneficios colectivos. La cohesión de una red de capital social requiere de la integración y coordinación de acciones siendo fundamental la autonomía y especialización de las partes. La transferencia de las mejores prácticas entre los diferentes actores suponen la generación de estructuras hibridas, como por ejemplo las empresas sociales, efectivas en la generación de valor económico, social y sustentabilidad medioambiental. De esta forma nos percibimos como organización.
En este esquema, el conocimiento es fundamental. Es la forma de procesar la información y llevarla a un plano de mayor racionalidad, es la materia prima para la generación de visiones compartidas. Como sociedad hemos avanzado en el tema del conocimiento aunque no con la misma suerte avanzamos en sabiduría colectiva. En la actualidad la información es múltiple, variada e inmediata y el conocimiento fragmentado y superfluo. El desafío es poder convertir este caudal en abono para la consolidación de la red de capital social, entendiendo que el desempeño de las partes y el grado de apertura y aporte repercuten positivamente en el desempeño global de la red. Pero no nos olvidemos que las acciones son concientes y planificadas, son acciones consensuadas y concordadas, son acciones colectivas contenidas en un marco de referencia común.
“Ciclos de Charlas en el Campo” es un ciclo de encuentros donde se debaten temas específicos y se presentan obras de reconocidos artistas locales, es una forma de ejemplificar de qué tipo de espacios estamos hablando. El ciclo se compone encuentros abiertos a la comunidad en diferentes localidades del interior de la provincia de Buenos Aires, donde referentes de diversas disciplinas y ámbitos repiensan la realidad e intercambian ideas. Es un espacio de construcción colectivo a través de conversaciones.
Los temas son variados; el primer encuentro desarrollado en Pehuajó sobre el rol de la comunicación y la tecnología, contó con la presencia de Mario Mactas y el segundo, junto al Foro Ecuménico en Carlos Casares, tuvo que ver con repensar el rol de la fe y de la religión, así como analizamos el rol de la cultura, los medios de comunicación, las empresas, el Estado, las ONGs, etc.
La intención es desarrollar este tipo de debates en el ámbito rural, ya que la mayoría se produce en el ámbito urbano, y estas interacciones son fundamentales para entender este mundo turbulento que está cambiando y para reflexionar a partir del diálogo. Sirve, además, para entender qué nos pasa y salir de este tipo de reuniones con ideas nuevas, visiones nuevas, reafirmar alguna que teníamos, o producir simplemente situaciones superadoras.
Las conclusiones son fundamentales para generar alianzas y sinergias, pues sobre una base común se pueden generar proyectos de mayor alcance, donde cada uno aporta su visión en beneficio del conjunto sin dejar de ocupar el rol que le corresponde en el entramado social.
En nuestra empresa, examinamos el rol de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE) trabajando de manera focalizada con los diferentes grupos de interés, en un proceso donde interactúa el conjunto de la organización, analizando las acciones de la misma manera en que pensamos la sociedad, como una red.
Las políticas de RSE cruzan la organización transversalmente, y atraviesan las unidades de negocios y las diferentes áreas de la compañía. Así por ejemplo, el área de Producción es quien gestiona las políticas y programas asociados al cuidado y preservación del medioambiente. La coordinación, incorporación, de prácticas, seguimiento y evaluación se efectúa en el área Corporativa de RSE que se articula con el área de Relaciones Institucionales y Comunicación, el área de Gestión de Talentos y la Fundación Emprendimientos Rurales Los Grobo.
Todas las acciones que se llevan adelante en materia de RSE componen el Programa “Camino al Cuarto Sector” que obtuvo el premio al Emprendedor Solidario del Foro Ecuménico Social en su edición 2006. El mismo tiene por objetivos principales: participar proactivamente en el desarrollo del cuarto sector en la Argentina liderando la incorporación de las mejores prácticas de RSE en el sector agroalimentario, ser el mejor ambiente para el desarrollo de las personas y de su entorno (medioambiente y comunidad), incorporar y promover la extensión de las mejores prácticas de RSE a la red del Grupo Los Grobo, generando competitividad y empleabilidad, y llevar adelante de manera estratégica las acciones , vinculando al sector público, privado y ONGs para la generación de genuino Capital Social y espacios de diálogo y construcción colectiva.
Para cada grupo de interés hemos identificado los principales interlocutores de la organización y se han conformado comités tendientes a atender las demandas de cada uno, analizar las posibilidades de relacionamiento y optimización del valor transaccional (conocimiento, confianza, proyectos comunes, resultados ganar/ganar, negocios etc.). De la misma forma, los grupos de interés reciben respuesta a sus demandas.
La validez de la información obtenida y su credibilidad es fundamental, con lo cual generamos nuestro reporte de sustentabilidad de acuerdo a los lineamientos del Global Reporting Initiative en su modelo G3 (reporte económico, social y medioambiental), alineando nuestra gestión con los requerimientos y estándares reconocidos internacionalmente, al tiempo que atendemos la necesidad de información de los miembros de nuestra red. El modelo GRI nos permite al mismo tiempo contar con un marco de referencia internacional para verificar la eficacia, analizar y desarrollar planes de mejora de nuestras acciones en materia de RSE. El Reporte de intervención comunitaria de la Fundación Emprendimientos Rurales Los Grobo complementa la información relacionada al desempeño de la organización en las comunidades donde operamos.
Las empresas no son ajenas a los procesos que modifican el entramado social de manera positiva o negativamente, el equilibrio medioambiental, la generación de competitividad y oportunidades de las Pymes que se relacionan con ellas, la calidad de vida de las personas que trabajan en la organización, la reproducción o pérdida de empleos de calidad, el progreso u empobrecimiento de las comunidades locales, la estabilidad en las reglas de juego, la generación de lazos de confianza y previsibilidad en la sociedad, etc.
Es por ello que considero que el sector privado debe dejar de autopercibirse como un simple espectador y posicionarse como un actor activo que supera la búsqueda de diferenciación y legitimación donde se destacan las diferencias y posturas encontradas y posicionarse como un actor del cuarto sector.
Ser responsables es un valor que subyace a las empresas, al Estado, a las organizaciones sin fines de lucro e incluso a las personas. Ser responsable supone rendir cuentas frente a la sociedad de lo que hacemos o dejamos de hacer y tomar medidas al respecto, pero sobre todo supone construir opciones de mejora de manera conjunta. Instalar la cultura del “compromiso colectivo”, es generar Capital Social.