Socialmente responsable desde y dentro la empresa
Norberto Lovaglio, Vicepresidente Regional en el Cono Sur de Sudamérica de la empresa DHL Express, a cargo 7 países (Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Perú y Ecuador), habló en la cátedra del Foro. Esta fue su ponencia:
Es un verdadero desafío contarles lo que estamos haciendo como empresarios en un país que enfrentó y enfrenta una crisis de la envergadura que comenzó hace tres años y que requirió a las empresas hacer algo más que trabajar y vender los servicios o productos que tienen. Nuestra idea dentro de la compañía fue trascender -algunos dicen dar un salto adelante- tratar de ver cómo la compañía puede impactar en su empleado y en su núcleo de pertenencia, mas allá de la obligación formal que tenemos como empleadores.
DHL es una compañía muy interesante para trabajar en materia de Responsabilidad Social, porque nos da a quienes la dirigimos el marco de referencia para concretar actividades vinculadas con la relación con la sociedad.
Pero, en vez de referirme a la “Responsabilidad Social Empresaria”, que es algo muy abstracto, prefiero hablar de la “Responsabilidad Social de los empresarios”. ¿Por qué? Porque si te dan el marco dentro del cuál te podes manejar, queda en uno la decisión de hacerlo o no; y entonces la pregunta se profundiza un poco más, ¿cuánta gente lo hace porque tiene vocación para hacerlo? o ¿cuánta gente no lo hace pudiendo hacerlo? Y citando al Rabino Daniel Goldman, “este criterio (tener responsabilidad social) recién comienza”, y para mí lo más importante es que la gente joven empiece a interpretarlo como una de las importantes obligaciones que uno tiene como dirigente de empresas del día de mañana.
La primera responsabilidad de una empresa es trabajar dentro de su comunidad interna, garantizar que lo que el trabajador percibe y vive es lo máximo que uno les puede ofrecer y recién ahí pensar cómo trascender hacia el núcleo primario de ese trabajador, que es su familia y, por último, a la comunidad inmediata que es el barrio.
La primer pregunta que deberíamos hacernos como empresarios es ¿cuál es el espacio que tengo para trabajar desde la organización? La organización tiene un poder dentro de la sociedad, puede generar cosas y a veces, con muy pocos recursos. No hace mucho llevamos a 70 chicos de Villa la Rama a Mundo Marino a pasar un día entero y todo financiado con lo que se recauda en varios meses por el reciclado de papel.
Realmente el mensaje que interesa transmitir es que si alguien decide participar o formar parte de una organización es un deber estar atento a las necesidades para luego contribuir comprometidamente a cambiar la realidad. No es necesario ser grandes personajes, ni grandes ejecutivos; es más, la fuerza de los jóvenes es la que está haciendo las cosas en la compañía. Me interesa brevemente contarles lo que hicimos en los últimos 5 años, desde que empezamos a trabajar en 1999 en la empresa hasta el 2004. En primer lugar, luego de hacer un diagnóstico de la situación de la compañía, planificamos un proceso de cambio de paradigmas y re-acomodamiento como compañía para el 2001, y la búsqueda de resultados para el 2002; para en el 2003 volver a replantearnos e iniciar un proceso de reingeniería y consolidarnos como líderes en el 2004. Puedo decir con absoluta confianza que producto del éxito de este proceso nuestras ventas crecen a razón del 25 % anual.
Es de suma importancia definir si en la cultura de la organización o en los valores de la misma la Responsabilidad Social va a tener trascendencia o no.
El Deutsche Post, grupo al cual pertenece DHL desde el año 2002, definió a nivel mundial siete valores dentro de los cuales se encuentra “Aceptar nuestra responsabilidad social”. Parece no tener mucha importancia colocar eso en un folleto pero puedo garantizar el impacto en cascada que se produce cuando el empleado lee que es tan importante ser honesto e íntegro, pro-activo y emprendedor como ser socialmente responsable desde y dentro la empresa. El impacto de la comunicación relativa a estos temas es altísimo.
¿Cómo fue que iniciamos este proceso? Hay dos proyectos fundamentales y pilares que son cimiento firme para todo lo que siguió: “Pasión por nuestra gente” y “Ayudando a ayudar”. En el primero, como les fui contando, buscamos poner el foco en nuestros empleados seguido de su grupo familiar y una vez consolidado éste comenzar a realizar acciones para la comunidad desde las fortalezas de nuestra organización. No es cuestión de inventar nada sino de intentar sacar lo mejor que tenemos desde dentro, con nuestra gente.
Primeramente trabajamos en el liderazgo, los gerentes, la dirección, se hizo un trabajo de sensibilización sobre el cambio.
Cuando en diciembre del 2001 detectamos que todos los sistemas de salud estaban atravesando una severa crisis, lo vimos como oportunidad de mejora, negociamos con nuestro servicio médico para incluir a los familiares de los empleados que se habían quedado sin trabajo durante de la crisis.
Paralelamente a estas acciones y como consecuencia de la Encuesta Anual de Opinión del Empleado, se formo el grupo EOS, voluntarios de las distintas áreas focalizados en detectar necesidades y planificar planes consecuentes. El orgullo que les genera pertenecer y colaborar es más valioso que cualquier aumento o cambio de categoría. El grupo fue evolucionando y re creándose constantemente y hoy es el coordinador en materia de Responsabilidad Social dentro de la empresa colaborando en las áreas de comunicación, clima laboral y mejora continua. Por ejemplo, fueron los coordinadores y encargados de negociar con Wall Mart una compra con precios de mayorista para poder armar la canasta familiar y buena parte de lo que la gente recibió lo donó.
Para el logro de las acciones que a lo largo de este texto fue enumerando lo fundamental es definir los valores que queremos que dirijan nuestro rumbo, ser claro en la comunicación y ser consistente en las acciones que uno emprende. Como líderes es tan importante ser socialmente responsable como consistentes, rentables y buenos. De nada sirve hacer donaciones si no cumplo la ley en cuanto a las cuestiones formales ni soy un buen empleador. Con el segundo programa, “Ayudando a ayudar”, comenzamos trabajando con la Fundación Leer y los empleados voluntarios concurrían a leer a las escuelas, a chicos de distinta edades. Continuando con el voluntariado comenzamos a colaborar activamente con el grupo Vox Populi, que organiza festivales musicales (cancha de Boca Juniors y Luna Park) en los cuales la entrada es un alimento.
Otro gran esfuerzo en este marco fue la gran inundación en la provincia de Santa Fe; juntamos 60 mil kilos de donaciones (alimentos, ropa, etc) con un acuerdo con Blockbuster, y los llevamos junto con 120 voluntarios empleados y familiares en 1 camión y 18 camionetas de la empresa a esa provincia.
Pero con todo esto no quiero decir que querer ser una empresa socialmente responsable significa no pretender ganar dinero. De hecho, es el objetivo principal de una empresa, más aun si lo que quiero rescatar y mostrar es como evolucionó significativamente en esos años la rentabilidad ligado a la responsabilidad social. Es muy interesante observar no solo la evaluación de la rentabilidad de la empresa sino también la evolución de los diferentes aspectos, y no solo el salario sino también los otros beneficios que se fueron agregando en la compañía. Se observa que el salario fue creciendo en una proporción relativamente menor si se lo compara con todos los demás aspectos como participación en la compañía, beneficios, clima organizacional, estabilidad, desarrollo de las personas, capacitación, apoyo social, comunicación y comunidad. La compañía comenzó a ampliar el espectro de temas, beneficios y servicios del contrato implícito con el empleado elevando consecuente y considerablemente la rentabilidad.
Por último, un programa que estamos desarrollando hace dos años y que este año extendimos a la comunidad. Una escuela interna con instructores voluntarios de las mismas áreas que compartían sus conocimientos con los distintos departamentos y que hoy es una escuela para chicos finalizando el nivel secundario, o bien familiares directos o amigos de los mismos empleados, en la cual se brindan herramientas de auto conocimiento y capacitación que facilitan la inserción o reinserción en el mercado laboral. Se generó con este proyecto un altísimo sentimiento de pertenencia por parte de los empleados. Se brindaron en el primer año de lanzamiento 1648 horas de capacitación para todo el público beneficiado e incluso ya hemos empleado a 9 estudiantes que asistieron al programa.
Para finalizar insisto en una sola cuestión: de nada sirve que haga una donación o miles de planes para ayudar a comunidades si adentro de mi empresa no se refleja el mismo espíritu. Estaríamos hablando solamente de marketing, de hipocresía. Las donaciones o las distintas acciones son muy importantes y necesarias pero es mucho mayor el efecto si nos focalizamos en algo sustentable, y no en apagar incendios puntuales.
Solo me contenta imaginarme la incidencia que tendríamos si estableciéramos una red que empuje a las empresas a buscar el bienestar de sus empleados, después trascender a la familia de sus empleados para luego cada uno a su barrio…no tengo dudas que la historia sería otra