Impacto del factor cultural sobre el desarrollo económico: evidencia empírica y reflexiones
Alejandro Bernhardt, director general de la Fundación para el Desarrollo Empresarial y Social (ESADE Business School, Barcelona,
Universidad Católica de Córdoba y Grupo Educativo Marín) expuso en la Cátedra del Foro. En esta página damos a conocer su ponencia.
Esta propuesta constituye una continuidad de la presentación efectuada en el Foro correspondiente al año 2003. El núcleo conceptual enfatiza la incidencia que el factor cultural tendría como causal explicativa del retraso que los países de América Latina experimentan en materia de crecimiento económico, con sus secuelas de pobreza y desigualdad.
La hipótesis expresa que la desfavorable evolución de los indicadores económicos y sociales sería consecuencia, fundamentalmente, de la actuación de un factor cultural adverso. La existencia del mismo se expresaría en una percepción social acerca de una serie de dimensiones conceptuales que conduce a la construcción de creencias y valores que se manifiestan a través de conductas y de comportamientos “inapropiados” para una sostenida creación de riqueza. ¿Por qué “inapropiados”? Porque, por un lado, desalientan, impiden o distorsionan el desarrollo de los procesos individuales y sociales indispensables para el crecimiento económico y, por otro lado, toleran y/o estimulan una disminución de la calidad del factor político, como resultado de la cual éste desarrolla acciones de corto plazo contrarias a su verdadero rol y a las exigencias que deben ser satisfechas para impulsar el crecimiento de largo plazo. En otros términos, una economía de mercado eficiente y el adecuado funcionamiento de instituciones democráticas que la sustenten –bases fundamentales de la prosperidad y del progreso -requieren un favorable contexto de valores.
En esta oportunidad comentaré algunos de los resultados del estudio que efectuó la estudiante alemana Dörthe Lukaschik, cuya tesis para obtener el título de Magíster en Dirección de Empresas (ICDA, Univ. Cat. de Córdoba) -presentada y aprobada con evaluación sobresaliente en el año 2004- tuve el gusto de dirigir. Los mismos deben considerarse como orientaciones preliminares, dadas las limitaciones del trabajo que se señalan en la propia tesis, especialmente en lo relativo a la base de datos utilizada.
La tesis reflejó una selección y reformulación de algunas preguntas contenidas en trabajos anteriores que realicé con colegas de la Universidad Católica de Córdoba, con el propósito de efectuar una encuesta que se concretó por Internet, entre estudiantes de grado y posgrado de Alemania, España y Argentina. La selección de países apuntó a evaluar las diferencias en las respuestas a las preguntas formuladas por estudiantes que viven en un ambiente de alto desarrollo económico, en otro de desarrollo económico intermedio y, finalmente, en Argentina, como ejemplo de menor desarrollo relativo.
Cada una de las preguntas tuvo seis posibles respuestas alternativas, desde la considerada “plenamente adversa al crecimiento económico”, a la que se asignó un punto en la tabulación de resultados, hasta la “plenamente propicia al crecimiento económico”, a la que le correspondían seis puntos. Por lo tanto, la valoración promedio de las respuestas se ubica en 3,5. Es decir, un conjunto que arroje un resultado numérico inferior a 3,5 puntos, sería representativo de un escenario adverso al crecimiento económico, mientras que uno superior a 3,5 implicaría un escenario propicio al crecimiento económico.
La especulación teórica postulaba dos grupos de conclusiones: 1) los resultados numéricos ubicarían, en orden decreciente, a Alemania, España y Argentina, y 2) Alemania tendría una evaluación numérica superior a la media (3,5), mientras que Argentina se ubicaría por debajo de ese valor.
Ambas expectativas quedaron verificadas al efectuar el procesamiento de la información relevada, ya que el promedio obtenido para las trece preguntas formuladas fue el siguiente:
ALEMANIA: 4,2
ESPAÑA: 3,6
ARGENTINA: 2,9
Claramente se aprecia que el orden numérico resultante, expresivo del estímulo relativo que el factor cultural representa para el crecimiento económico, guarda relación directa con la posición que los mismos países ocupan con respecto a su capacidad para generar la riqueza anual de la que disfrutan sus habitantes.
Las preguntas formuladas se refieren a los modos de acceder a la riqueza personal (poder o trabajo); maneras de mejorar la situación de los pobres (redistribución o creación de riqueza); dirección de la subordinación entre ley y gobierno; percepción de la democracia (formalidad o sustancia); lo que se considera “útil” en cada sociedad (disimulo o solución de problemas); propósitos del sistema educativo (“repetidores” o “innovadores”); actitud hacia las ideas innovadoras (dogmatismo o apertura); consideración y respeto hacia las llamadas “virtudes menores”, tales como puntualidad, orden, limpieza, etc.(secundarias o centrales); naturaleza de las reglas de comportamiento social (utópicas o realistas); priorización de consumo o ahorro; explicación de las causales de los éxitos individuales (fuerzas externas o esfuerzos propios); concepción del trabajo (necesidad o autorrealización) y, finalmente, valoración que se efectúa de la competencia, como actitud (agresión o estímulo). Los resultados obtenidos para cada una de las preguntas pueden consultarse en la página web del Foro.
Una expresión específica del factor cultural adverso al crecimiento económico instalado en Argentina está constituida por la presencia de pujas distributivas en nuestro desenvolvimiento individual y social. Las mismas representan un conjunto de comportamientos y acciones fundadas en ciertas creencias, supuestos y preconceptos, a través de los cuales las personas procuran el incremento o mantenimiento de su bienestar, pugnando por una “mejor distribución del ingreso” (pero no por una “mejor distribución del esfuerzo”), generando externalidades negativas hacia el resto de la sociedad.
La ampliación del rango de políticas económicas elegibles (es decir, “tolerables” para la percepción de la mayoría), así como la consolidación de la eficiencia responsable, como expresión fundamental de una solidaridad social que impulse a los actores para internalizar voluntariamente los costos que transfieren al conjunto de la sociedad y que genere –por el contrario- externalidades económicas positivas, constituyen los insumos básicos del sendero a recorrer para recuperar el crecimiento económico. Ello exige, como prerrequisito, la reconstrucción de la trama de valores y creencias, transformando en propicio al crecimiento económico un factor cultural que hoy pone de manifiesto la presencia de una serie de características propias de un escenario cultural adverso, instrumentando al mismo tiempo acciones efectivas para la atención de los sectores más carenciados de la sociedad (cuyas urgencias no pueden esperar), acciones que -además de efectivas- deben ser coherentes con el logro de aquél prerrequisito.
Este es un largo camino en el que, fundamentalmente, la formación, los ejemplos y las conductas comprometidas serán las herramientas válidas para restablecer la calidad de un factor cultural que fue deteriorada a lo largo de décadas. Pero como las creencias y los valores implícitos en un factor cultural propicio al crecimiento económico se adquieren por aprendizaje, al igual que los del factor cultural adverso, será necesario que la dirigencia, en todas sus expresiones, se comprometa a sostener reglas de juego según las cuales los premios materiales sean el resultado del esfuerzo, del talento, de la perseverancia y de la honestidad, mientras que los ardides, las presiones y la deshonestidad obtengan como “retribución” la desaprobación social y el castigo previsto por normas aplicadas con firmeza.
BIBLIOGRAFIA:
1) Bernhardt, Alejandro: “El factor cultural y el crecimiento económico”. Management Herald, Buenos Aires, año II, número 20, marzo de 2004, páginas 8 y 9.
2) Huntington, Samuel y Harrison, Lawrence: “La Cultura es lo que Importa - Cómo los Valores dan Forma al Progreso Humano”. Planeta, Buenos Aires (Argentina), año 2001.
3) Lukaschik, Dörthe: “El impacto de los factores culturales sobre el desarrollo económico: un estudio comparativo entre Alemania, Argentina y España”. Tesis de Magíster en Dirección de Empresas, Universidad Católica de Córdoba, Instituto de Ciencias de la Administración, Córdoba, año 2004.
4) Peyrefitte, Alain: “La Sociedad de la Confianza. Ensayo sobre los Orígenes y la Naturaleza del Desarrollo”. Editorial Andrés Bello, Santiago de Chile (Chile), año 1996.
5) Zañartu, Mario S.J.: “El Ethos Requerido para una Transformación Productiva con Equidad”. ILADES, Mimeo, Santiago de Chile (Chile), año 1994