El compromiso con una patria más ética
En la presentación de la primera sesión de la Cátedra el Pastor Tomás Mackey, profesor y director del Seminario Internacional Teológico Bautista de Argentina, dijo lo siguiente:
El Foro Ecuménico social no solamente superó mis expectativas por la facilidad con la que se pudo concretar el diálogo, sino porque me ayudó a superar una mala expectativa que tenía respecto del país, al cual quiero y en el cual hice el proyecto de seguir trabajando.
¿Por qué? Porque recuperé algo de la esperanza: vi gente comprometida con las grandes temáticas éticas del día a día. No solamente con la especulación teórica y abstracta de la ética, sino desde los círculos concretos de hacer una Argentina mejor, que incluyera la temática ética y que incluyera las cosas más concretas y cotidianas que nos podamos imaginar.
Cuando hace algunos años fuimos testigos de cómo gente entrenadísima y sumamente capaz, con los mejores master o títulos superiores en carreras administrativas de las mejores universidades del mundo, con paquetes remuneratorios excelentes y con la complicidad de empresas que fiscalizaban sus proyectos, hicieron lo que todos sabemos, uno dice: aquí el tema de la ética tiene que estar. Y debe estar presente porque la disciplina científica para gerenciar una empresa estaba; porque la habilidad para hacerlo estaba; porque esta gente había logrado lo que muchos deseaban lograr y, sin embargo, traicionaron a la empresa debilitando, quizás, la credibilidad del mismo sistema de trabajo. Obviamente, alguna ética faltaba.
Si países tan hermosos como el nuestro, con tantos recursos de todo tipo, todavía muestra chicos en la calle, chicos desnutridos, es una señal que nos avisa que no solamente habría que modificar el sistema político, social y económico, sino, tal vez, el sistema ético.
A mí me interesó que el Foro tuviera esto muy presente. Quiere decir, que hemos tenido cierta continuidad. Y su trabajo me hizo recuperar la confianza: la confianza en que hay gente joven, gente mayor, gente de todas las extracciones religiosas y en las distintas esferas empresariales, que tienen ganas de cambiar desde adentro hacia afuera.
Me alegra saber que muchísima gente se ha comprometido y participa en el Foro, no solamente en la Capital Federal sino también en el interior de nuestro país. Hemos tenido eco, y hemos tenido peticiones de mostrar, con humildad y en un perfil muy bajo, esta experiencia en el exterior.
Debemos pensar no solamente en ilusiones abstractas y tener esperanza de ver, como en el Foro, gente que se compromete a trabajar desde el fondo de la cuestión, entendiendo que la vertiente ética ya no deberá ser una materia mínima en cualquier curricula de estudio, sino algo que, de no estar, ofendería la raíz moral de cualquier persona. Y me parece bien, me parece sano, me parece que dice lo mejor de los seres humanos, que nos comprometamos por una patria más ética.