Debate sobre la experiencia de Ernesto Cardenal, poeta, místico, líder social.
La Fundación Internacional Ernesto Cardenal me ha pedido que hable sobre el ensayo que lleva ese título, publicado hace mucho tiempo y reeditado en la revista Prisma N° 27 de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges. Hubo un debate el 27 de octubre sobre la experiencia de este poeta, místico, líder social, en la Sala Polavieja de la Universidad Pontificia Comillas, en Madrid, que también se pudo seguir por Internet.
Participaron José Luis Fernández Fernández (PhD), director de la Cátedra de Ética Económica y Empresaria de la Universidad Comillas, Oscar de Baltodano (Ms.c University of Pennsylvania), vicepresidente y director general de la Fundación Internacional Ernesto Cardenal, y Juan Carlos Moreno-Arrones Delgado (PhD Universidad de Granada), Director Académico de la Fundación Cardenal.
Hablar de comunismo puede parecer hoy una discusión antigua, tras el estrepitoso fracaso de los regímenes que intentaron instaurarlo. Pero en América Latina aún sigue plenamente vivo como intención, tanto en Cuba como en Venezuela, en el propio país de Cardenal, Nicaragua, y en todas las fuerzas políticas que siguen apoyando directa o indirectamente a esos gobiernos, incluso desde Europa (España y Francia incluidas).
La profecía de Cardenal no se cumplió.Y la revolución que él alentaba fracasó y se convirtió en su propio país en una feroz dictadura, que él mismo criticó duramente hasta su muerte, dictadura que lo persiguió.
Cuando se coloca el absoluto en lo intra-histórico se cae en el autoritarismo y las formas más tenebrosas de las dictaduras, como vimos que sucedió -y sigue sucediendo- con los regímenes llamados comunistas, y que algunos líderes populistas de derecha pretenden emular.
¿Es posible analizar las teorías marxistas desde la teología cristiana? Hubo muchos intentos.Ya en 1956 el jesuita Jean-Yves Calvez publicó “El pensamiento de Carlos Marx”, un libro pionero en ese rumbo, muy vendido, y que resultó sumamente esclarecedor. Calvez fue fundador y presidente durante una década del Foro Ecuménico Social.
Pero la cuestión es que algunos trataron de apropiarse de contenidos que estaban en los Evangelios y desencadenaron absolutismos que finalmente denigraron los ideales de justicia, libertad y fraternidad. Mientras tanto el Ideal de los cristianos sigue vivo en formas que fueron reconocidas incluso por la Iglesia católica, con propuestas como las de la economía de comunión, inspiradas por otra mística, Chiara Lubich, y que un economista como Stefano Zamagni supo conceptualizar con claridad y a través de él se pudo introducir en la encíclica Caritas in Veritate, del Papa Benedicto 16. El Papa Francisco continúa en una línea similar.
En mi presentación recordé que el poeta, místico y líder social nicaragüense vivió en el monasterio de Gethsemani, en Kentucky, y eso marcó su experiencia religiosa posterior, con la gran influencia que ejerció Tomas Merton, quien le dio la idea de fundar una comunidad en Solentiname. Allí pretendía cumplir la comunión de bienes de los primeros cristianos, que vivían unidos y tenían todo en común: vendían las posesiones y haciendas y las distribuían entre todos, según la necesidad de cada uno.
Y allí Cardenal pudo pronunciar su verso “Comunismo o Reino de Dios en la tierra que es lo mismo”. En él también influyó su viaje a Cuba y fue uno de los que impulsó la revolución en Nicaragua, pero luego criticó lo que acabó convirtiéndose en cruel dictadura, que lo terminó persiguiendo. El fracaso de esos regímenes no desmerecen su experiencia comunitaria. Al respecto Cardenal señaló que las comunidades cooperativas no pueden cambiar la economía pero sí crear una conciencia nueva. Ese ideal sigue vivo desde los inicios del cristianismo, ya comenzó a construirse en la tierra, aunque sabemos que solo se cumplirá al final de los tiempos. Entre tanto es el poeta, el hombre religioso, el que puede pronunciar la palabra totalizante, unificante, de la realidad.
Fernando Flores Maio
Ensayo
El ensayo se puede leer en la revista Prisma, click aquí
En la contratapa se incluyen estos comentarios:
Es un acontecimiento celebrar los cien años de la Revista Prisma, fundada por Borges y otros jóvenes, más aún si se rinde homenaje a una personalidad como Ernesto Cardenal, que defendía el comunismo, porque los principios de la doctrina comunista coincidían con los de la religión cristiana: igualdad, respeto, amor, libertad. María Kodama.
El ensayo de Flores Maio es de gran actualidad porque se centra en lo que constituye la paradoja clave de la escritura y de la vida de Cardenal: su intento de reconciliar el comunismo con el Reino de Dios. Flores Maio aborda estas dos dimensiones de la obra y de la vida del poeta, intentando resolver la aparente incongruencia de su simultaneidad. Luce López-Baralt.
Me parece muy oportuno reeditar este ensayo crítico, que publicamos en 1975, en el que se señala el contacto de Cardenal con el misterio, y su rasgo profético que hace de una poesía aparentemente exteriorista una palabra trascendental, una experiencia de conversión. Graciela Maturo.
La inminencia de una revelación que no se produce es, nos enseñó Borges, el hecho estético. En la aparente disyuntiva entre comunismo o Reino de Dios, Cardenal -nos muestra Flores Maio- no alcanza exactamente una “revelación” que hubiera implicado optar, sino que se sostiene en la inminencia, la amalgama, la tensión, el diálogo. En definitiva: en la palabra poética. Lucas Adur.
