Francisco González, presidente del Grupo BBVA, cree que una empresa que aspira a ser global, como la suya, no puede vivir de espaldas a la realidad social de cada país en donde opera.
Muchas gracias por este Premio, que me hace especialmente feliz. En este año en que celebramos el 150 aniversario de la creación de BBVA, hemos recibido un buen número de premios de diversas instituciones y países, y tengo que decir que éste es el que recibo con mayor alegría.
Estoy muy contento de que el Foro Ecuménico Social haya concedido a BBVA el “Premio Latinoamericano” por nuestra política de Responsabilidad Corporativa. Y lo estoy, por dos razones. En primer lugar, por recibirlo precisamente rodeado por los directores de Comunicación y Responsabilidad Corporativa del grupo en todo el mundo. Sois vosotros los que habéis ganado este premio, por el excelente trabajo que estais realizando en América Latina. Os felicito y os agradezco el esfuerzo desarrollado.
Y en segundo lugar me llena de orgullo este reconocimiento especialmente por el Plan de Acción Social que lanzamos justamente ahora hace un año y que en ese plazo tan corto de tiempo se ha consolidado como un gran proyecto de responsabilidad empresarial en la región.
El lanzamiento del Plan de Acción Social en América latina supuso reafirmar nuestro compromiso por tener un papel activo y positivo en la región; contribuir a la creación de riqueza; cooperar en la reducción de desigualdades; y, en definitiva, respaldar un desarrollo económico y social más justo.
Por eso elegimos la educación como foco prioritario de nuestra acción social. Contribuir a la formación de los jóvenes es la mejor palanca de desarrollo para cualquier país.
BBVA destina cada año el 0,7% de su beneficio neto en América a este plan de becas de integración. En 2007 habremos destinado al proyecto más de 15 millones de euros, repartidos en becas de integración para 16 mil chicos y chicas de diez países: Argentina, Chile, Colombia, México, Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.
El plan combina una dimensión global y local, al mismo tiempo, ya que presenta un foco común (la educación para sectores desfavorecidos) y unos criterios generales, que luego se concretan en programas específicos de carácter local. De esta forma nos aseguramos que los recursos se destinen a paliar los problemas reales de cada país.
Para BBVA la acción social no es ni una moda, ni un escaparate. Es un compromiso recogido en uno de nuestros principios corporativos: la responsabilidad social empresarial.
Lo hacemos por convicción. Creo que una empresa que aspira a ser global, como BBVA, no puede vivir de espaldas a la realidad social de cada país en donde opera. Al contrario, debe comprometerse con los programas de desarrollo y ser un buen ciudadano corporativo.
Quiero agradecer al Foro Ecuménico Social, y a los miembros del jurado, habernos elegido. Quiero dar las gracias también a los representantes de las instituciones latinoamericanas y españolas que nos acompañan hoy aquí.
Y quiero, por último, y reafirmar nuestro compromiso con América Latina. BBVA inició su expansión en la región en 1995 y hoy más del 70% de las personas que trabajan en el grupo son americanos. Vamos a seguir colaborando con el desarrollo de una región en la que nos sentimos como en casa.
Palabras pronunciadas en el acto de entrega del Premio Latinoamericano del Foro Ecuménico Social, en 2007 en Madrid.