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La perspectiva del emprendedor

CEO de Officenet

Creemos profundamente en el poder transformador de la gente joven y del emprendedorismo. “Avancemos” trabaja en esas dos áreas.

Tuve la suerte de pertenecer al grupo privilegiado que pudo estudiar y luego pude tener una buena inserción laboral. Podría haber trabajado en alguna compañía multinacional, pero en ese momento cuando yo tenía 23 años tuve la inquietud de hacer algo distinto, de crear una compañía, de fundar una empresa que -en el año 95, cuando esto sucedió- era muy contracultural.

Teniendo oportunidades de entrar a trabajar en empresas grandes, todas las personas de mi familia, mi novia en aquel momento, todo el mundo pensaba que yo estaba loco por querer comenzar algo de cero, con todos los riesgos y todo el esfuerzo que eso implica. Tenía buenas oportunidades sobre la mesa de ser empleado, pero en ese momento yo tenia bastante claro que quería hacer un camino diferente.

Fue así que junto a un muy buen amigo trabajamos durante mucho tiempo en pensar alguna idea que pudiera ser la base de construcción de una compañía, y después de un tiempo de búsqueda esa idea apareció. De un dibujo en una servilleta que hicimos en un almuerzo, nació Officenet, que es la compañía que junto con Andy Freire fundamos 11 años atrás.

En ese momento no sabía que eso se llamaba ser emprendedor. Creo que esa palabra no estaba en uso en ese momento. Pero mirando hacia atrás, basado en mi propia experiencia, fui decantando que en definitiva emprendedor es aquel que enfrentado a una situación particular que pueda ser una oportunidad de negocio, como puede ser una necesidad social, decide hacer algo al respecto.

Me pasó montones de veces. La idea que condujo a Officenet, vender productos de oficina, resmas de papel, bolígrafos, no tiene nada de novedoso, nada de genial, y sin embargo fue una empresa muy exitosa. A lo largo del tiempo muchas personas se me acercaban y me decían que muchas veces habían pensado hacer eso.

Entonces en la práctica yo decía de Officenet que no fue nada tan ingenioso, sino que fue la decisión por parte mía y por parte de mi amigo Andrés de hacer algo al respecto, pensar que ahí había una oportunidad y ser los primeros en hacer un esfuerzo concertado para aprovecharla. Encaramos ese proyecto con mucha juventud, con mucha inexperiencia, con mucha ilusión también, y tuvimos la suerte de encontrar gente que nos apoyó, de poder acercar a nuestro proyecto gente talentosa, además de haber encontrado una oportunidad que era buena, lo cual llevó que la compañía creciera mucho y prosperara.

Bastante pronto quedó claro que el emprendedorismo no se aplica solo al ámbito de los negocios y que uno puede decidir hacer algo no solo respecto de oportunidades de creación de compañías sino con relación a todo lo que se ve en el mundo diariamente. En Officenet, mas allá de ser una compañía y de estar haciendo una contribución, hoy trabajan con nosotros más de 700 personas, con edad promedio de 25 años, lo cual quiere decir que por cada veterano como yo hay 3 chicos de promedio 20 años. Nos colocamos en la zona sur de Buenos Aires, que es la más postergadas de la ciudad, y el grueso de nuestra gente vive en los barrios de zona sur de la ciudad o en el sur del conurbano.

Si bien nos dábamos cuenta que estábamos haciendo de alguna manera una contribución y también está claro que el grueso de la creación de empleo en cualquier lugar del mundo proviene del surgimiento de empresas nuevas y del empuje de emprendedores de negocios, pensamos además que Officenet tenía una plataforma para hacer mucho más. No quisimos quedarnos solo con que hicimos una contribución por el mero hecho de haber creado puestos de trabajo y comenzamos a incorporar programas de Responsabilidad Social, para facilitar el involucramiento de nuestra gente en proyectos sociales y hacer la contribución en la medida de lo posible de una empresa muy joven y todavía pequeña.

Pero quizás el “clic” más importante para mí fue cuando al entrar en contacto con Ashoka terminé de descubrir lo que significaba ser emprendedor social. Ya no un emprendedor de negocios sino un emprendedor social que ve la oportunidad de ayudar a otros y decide hacer algo al respecto, que cuenta con las mismas características básicas que un emprendedor de negocios que son la proactividad, la decisión de pasar a la acción y la capacidad de tomar riesgos pero lo aplica en un ámbito muchísimo más noble, donde la retribución económica no es una motivador significativo y básicamente es puramente altruista.

Cuando conocí Ashoka y vi el trabajo que estaba haciendo para promover el emprendedorismo no en el terreno de negocios sino en el terreno social, me di cuenta que canalizaban de manera perfecta todo lo que el espíritu y la identidad de nuestra compañía era y que la mejor manera que nosotros podíamos tener de canalizar nuestra vocación de ayudar como compañía era a través de Ashoka.
Por las características de nuestra historia, de haber empezado muy jóvenes, tener mucha conexión con la problemática de la gente joven, por nuestro espíritu de haber sido emprendedores y conectarnos con el valor del emprendedorismo, decidimos que nuestra ayuda fuera canalizada en el programa Avancemos. O sea, justamente por estas dos características: por trabajar con gente muy joven y en base a mi propia experiencia, ya que  yo tuve la oportunidad de hacer muchas cosas a edad muy temprana.

Creemos profundamente en el poder transformador de la gente joven y creemos profundamente en el poder transformador del emprendedorismo. Avancemos trabaja exactamente en esas dos áreas.