Carlos A. Tomada

Trabajando juntos el sector público y el privado, compartiendo valores seremos testigos y protagonistas de una Argentina mejor, más justa, con empresas como la que hoy premiamos, el Grupo BBVA, y a la que reconocemos su compromiso para mejorar la situación social a través de valores. Nuestro país reconoce, en su conciencia colectiva y en su historia, dos valores centrales: trabajo y educación. El proyecto que hoy celebramos tiene las 2 características, y por eso felicitamos a la iniciativa del Foro Ecuménico de reconocer y destacar a aquellas empresas socialmente responsables.
La Responsabilidad Social Empresaria (RSE) hoy está planteada no como una moda sino como un valor. No es transitoria, porque cada vez más son las organizaciones que la tienen definitivamente incorporada en su propio código de valores y de ética. Lo digo con la satisfacción de haber impulsado en el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social un programa de RSE al que hemos ido convocando a todos los presidentes de las empresas líderes para que juntos construyamos lo que, para nosotros, es el principal y primer sentido de la RSE en Argentina: el trabajo decente. Es un concepto difundido en todo el mundo por la Organización Internacional del Trabajo, la idea de que un trabajo digno esté en el corazón de la noción de la RSE.
Alguien podría decir que es cumplir con la ley, y que no habría un esfuerzo mayor, pero todos sabemos que no es así. Para las grandes empresas esto se puede cumplir fácilmente. Sin embargo, para las pequeñas y medianas es más complejo.
Déjenme explicar lo que les quiero decir: hoy la forma de organizar la producción hace que las empresas líderes tengan una determinada composición, una estructura, pero luego el proceso productivo se extiende a toda una cadena de valor de productores, distribuidores, subcontratistas y es ahí donde está la RSE como un valor cultural extendido a toda la sociedad, generando buenas prácticas y conductas diferentes.
En la Argentina construimos con más de cien empresas líderes una red importante, comprometida, con una agenda que constituye, por un lado, la extensión de la RSE a toda la cadena de valor, que incluye cuestiones como el trabajo infantil y las dificultades en el acceso laboral de personas con capacidades diferentes.
Cada vez más existe un campo inmenso para la sinergia entre lo público y lo privado. Terminadas las discusiones acerca de si debe haber más mercado o más Estado, de lo que se trata hoy es de sumar más mercado y mejor Estado para una sociedad que nos pide que restablezcamos los equilibrios, que extendamos los consensos, y que trabajemos juntos.