Expirado
Reflexiones Diálogo Intercultural

Presidenta de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges. Miembro del Consejo Asesor Internacional del Foro Ecuménico Social.

¿Qué es la libertad?

¿Qué es la libertad? Esa palabra usada, malentendida, bien supremo, eterna... ¿Qué significa esa palabra inasible intangible que como una reliadad virtual creemos alcanzar, tener, poseer? Esa palabra en cuyo nombre se han justificado muertes y dolor...

Para Borges: "El libre albedrío es una ilusión necesaria. Con relación a los hechos del pasado no tengo la seguridad de haber actuado según mi voluntad, de haber sido influido por miles de circunstancias desconocidas, entre las cuales están la cultura contemporánea, mi herencia, los libros que he leído, las palabras que he oído, mis instintos...Pero para obrar éticamente  es necesario que seamos libres, de lo contrario estaremos habilitados para obrar de cualquier modo. Entonces, probablemente el libre albedrío sea un error o una equivocación necesaria. Conviene creer en él, aunque de hecho seamos títeres, para seguir viviendo"

Repito, Borges dice: "Pero para poder obrar éticamente es necesario que pensemos que somos libres".

La referencia a la ética es recurrente en Borges. ¿Qué es la ética? Según el diccionario filosófico, ética viene del griego Ethos, que significa costumbre, y por eso la ética se ha definido de a cuerdo a las corrientes emprirísticas como la doctrina de las costumbres. Para Aristóteles, las virtudes éticas eran las que se desenvolvían dentro de la vida práctica y que estaban encaminadas a la consecución de un  fin; las dianoéticas eran las virtudes propiamente intelectuales.

En un diálogo con Francisco Luis Bernardez en La Nación (1974) Borges dice: "Convendría que cada individuo pensara más en sí mismo, en cómo puede mejorarse, pero no solo intelectualmente sino moralmente. Eso nos hace un poco  falta a todos: tener un sentido ético de las cosas".

La ética va más allá de la religión. El hombre es ocasionalmente astrónomo, botánico, zoólogo, pero es continuamente moralista. Es decir en cada momento de su vida está frente a una disyuntiva: ¿debo obrar de tal modo o de tal otro? Y sabe mediante un instinto ético cuando obra bien.

En 1986 en el N° 12 de la Revista Cultura de la Argentina Contemporánea repite este concepto: "La religión sólo se justifica en función de la ética. La ética, no es necesario definirla, no son los diez mandamientos, porque es algo que sentimos cada vez que obramos".

¿Cómo se enfrenta Borges a este continuo hacerse del hombre en cada decisión que toma, en ese único instante de libertad plena?

Podemos verlo en su actitud ética frente a los hechos que fueron marcando la historia del mundo. Su oposición por ejemplo a todo ismo político, no por la política en sí, sino porque "le repugnaba éticamente". Como periodista están sus artículos, en los que se refiere con claridad a estas situaciones. Tomamos al azar uno, el que escribió para la revista Sur en 1937 titulado "Una pedagogía del odio", donde critica la enseñanza hitleriana a los niños. Escribe: "Las exhibiciones del odio pueden ser más obscenas que las del apetito carnal". Se refiere a un libro, de 22 estampas, destinado a los niños para inculcarle la desconfianza y el odio a los judíos. En este artículo, Borges ve en algún modo el peligro de usar la palabra, él se refiere concretamente al verso, y la imagen, para una peligrosa "catequización". Esto que él ve, va a desarrollarse de un modo increíble en el siglo XX con la televisión, internet y otros medios masivos de comunicación, algunos de los cuales, todos lo sabemos, no siempre dan las noticias de modo objetivo, ético, sino que distorsionan buscando a través del escándalo alimentar lo peor del ser humano, y obtener ellos ventaja frente a otros medios en la lucha por esa "realidad virtual" del poder.

Para ser coherente esta actitud ética también debe manifestarse en lo íntimo, en el plano de los afectos por ejemplo. Podemos citar el tan famoso para el público, y tan denostado por Borges,poema "Remordimiento", escrito tres días después de haber muerto su madre. En ese poema se reprocha su egoísmo por no haber sido feliz y por lo tanto no haber hecho feliz a su madre, Consideraba a este poema espantosamente sentimental y carente de la distancia que éticamente debe mediar entre experiencia y realización.

Es muy interesante ver lo que destaca en las personas que conoció o en los escritores que prefería. En el primer caso podemos ver lo que destaca en Güiraldes, su consideración ante la vida. Podemos sentir a través de esta apreciación el grado de sensibilidad y delicadeza para desnudar los sentimientos ajenos.

Borges admiraba a Spinoza, a quién le dedica un espléndido poema, por la actitud y la vida de Spinoza, por su ética. Spinoza fue un ser independiente y rechazado por su misma sociedad. Los judíos lo acusaban de no atenerse al ritual, de no ser lo suficientemente ortodoxo, y el resto de la comunidad lo rechazaba porque era judío.

Podemos también, encontrar la ética como escritor en Borges. Por ejemplo, en un reportaje en el diario Clarín de abril 1972, Borges considera que no ha escrito nada que pueda llevar a la gente a obrar mal. Cree que "existe un ética en la poesía". Para Borges la poesía comienza por la exaltación de los héroes de la poesía épica.

La obligación de la poesía era entonces la de cantar a los mejores. Eso fue degradándose con el tiempo para pasar a la exaltación de los canallas. No cantar las virtudes del hombre sino sus errores y flaquezas es hacer una obra inmoral. Es inmoral también cantar la tristeza y hace responsables a Byron, el romanticismo y a Baudelaire. En cuanto a Dostoievsky dice que crear personajes que son asesinos es algo inmoral. Este sería para él uno, quizá el más importante, de los caracteres de la ética en la literatura.

Otra forma de la ética seria la del escritor consigo mismo. El considera que como cuentista  fantástico cada cuento ha sido imaginado con sinceridad. Otra forma de ética para Borges es escribir lo que es soñando sinceramente.

Piensa también que una tercera forma de ética para el escritor sería ahorrar incomodidad al lector. "La comodidad es una forma de la cortesía". Considera que la gente que escribe sin signos de puntuación o sin mayúsculas, es desconsiderada, porque está produciendo una molestia desde la perspectiva del lector.

Es quizás más difícil hablar de la ética de la poesía en Borges, porque para él es algo que uno recibe. No se puede proponer escribir un poema con tal argumento porque el poema es trasmitido por la Musa, el Espíritu Santo o el subconciente.

Este es el motivo por el que no cree en la "literatura comprometida"... lo que el autor se proponga no es lo más importante, porque una vez que se pone a escribir, escribe con algo más profundo que con sus opiniones; escribe con todo su ser, con las vidas de sus antepasados, con todo el pasado del mundo y con lo que siente en aquel momento. Por eso no cree en la literatura comprometida.

En lo que respecta a la poesía revolucionaria, cree que toda revolución debe producir una conmoción en los ánimos y cita cómo en nuestro país (la Argentina) luego de la Revolución de Mayo, en 1811 se publican los diálogos de Bartolomé Hidalgo, de lo que nacerá la poesía gauchesca, género muy importante dentro de nuestra literatura. Pero dice: "Yo preferiría que los poetas no supieran que son revolucionarios y que escribieran movidos por los hechos".

Para Borges, Whitman creía en la democracia e inventó un género poético especial para la democracia. En la Revista Sur de abril de 1945, respondiendo a un cuestionario que le formulan, Borges dice que hay lecturas inmorales. Por ejemplo en el Martin Fierro el autor denuncia cómo el ejército convierte en vagabundos y forajidos a hombres de campo; esto se convierte en algo inmoral cuando se busca la sinceridad en los consejos del viejo vizcacha basados en la "picardía criolla".

Hay también publicaciones inmorales. Son aquellas que exaltan a través de las revistas populares todo lo que conduce al servilismo o a la propia degradación.

La doctrina del arte por el arte, lleva a un vaciamiento de contenido moral, empobreciendo la literatura. Borges, siguiendo a Heráclito, al que tantas veces cita, manifiesta en su concepción del yo, que lo único que existe es el presente, porque cambiamos continuamente. El tiempo es un eterno presente. Es decir que hay que construir la identidad a cada instante. Es en ese instante que ejercitamos el libre albedrío, única ilusión de libertad que tenemos. En la que debemos creer para obrar éticamente.

Este pensamiento está expresado poéticamente en la trama de "Los Conjurados".

Borges hacía el culto de la ética, de ese instinto ético que determina nuestro obrar en cada instante, ante cada disyuntiva, ese instinto ético que hace que sepamos si obramos bien o mal.

Uno se pregunta si el hombre fue creado con ese instinto o si ese instinto nace con el actuar, cuando el hombre elige en el último momento su libertad. Cuando Adán y Eva desobedecen a Dios, cuando eligen la libertad, al ser llamados por Dios, se esconden, saben que han obrado mal, sienten vergüenza al darse cuenta de su desnudez.

Podemos ver a través de la selección de algunos cuentos cómo incorpora Borges estos conceptos, que estuvieron entretejidos con su vida, a su obra, ya que -como él solía decir- toda obra encierra algo de autobiográfico.

Solo existe el presente. El pasado es algo que puede ser modificado, poéticamente hablando. Entonces va a comenzar, en sus primeras obras, a ejercitar este poder fundando éticamente su ciudad, Buenos Aires. Lo hará en una manzana de su barrio de Palermo. Luego, fiel a la idea de que en la épica está la ética, por la idea de cantar a los mejores, poblará esa ciudad con hombres de valor; sus héroes serán los compadritos y cuchilleros que vió en su infancia detrás de las rejas del jardín de la casa de sus padres, héroes a los que dotará de una ética marginal.